Parece que la escocesa no tiene muy buen perder. Después de quedar segunda en el programa Britan's Got Talent, Boyle ha tenido que ser ingresada en una clínica psiquiátrica. Según publica hoy The Times, la cantante empezó a comportarse de una manera extraña nada más acabar el concurso: chilló, insultó y tiró vasos de agua sobre miembros del equipo.
Después, en el hotel, el gerente tuvo que llamar a una ambulancia. La escocesa se encontraba en shock. Cuando la vieron, los médicos decidieron trasladarla a la clínica mental The Priory, en el norte de Londres. La productora del programa ya ha mandado un comunicado de apoyo: "Susan Boyle sufrió una crisis de ansiedad provocada por el agotamiento"
No es de extrañar: la escocesa ha pasado de ser una auténtica desconocida a ser perseguida por una legión de paparazzi. Por no hablar de los tabloides británicos, que se han pasado meses hablando de su virginidad. ¿Creeís que se volverá loca? ¿Conseguirá convertirse en una estrella y superar haber sido segunda? Aquí os dejo el vídeo de la final.
