¿Cuánto dinero paga una discográfica para convertir a una persona anónima en una estrella mundial de la canción? Quizá alguna vez hayan pensado en ello, aunque es difícil calcular el sinnúmero de requisitos indispensables para que un cantante conquiste los mercados internacionales. La Federación Internacional de la Industria Discográfica (IFIP) ha despejado la incógnita y ha llegado a una cifra: más de 700.000 euros (1 millón de dólares).
Eso es lo que se desprende de un estudio, Investing in Music, realizado en los principales mercados de Europa, Asia y América tomando datos de las principales casas de discos y otras empresas independientes, en el que se refleja además que el sector renueva el 25% de su catálogo cada año, lo que supone un millar de nuevos fichajes que dan a conocer utilizando un 30% de sus ingresos anuales.
Para que nazca una estrella la discográfica invierte 258.000 euros en adelantos, 169.000 en la grabación del disco, 140.000 en hacer los videoclips (al menos tres), 92.000 en respaldar la gira de conciertos y 118.000 euros en marketing y promoción. “Es un negocio de alto riesgo, porque los artistas que alcanzan el éxito son una minoría, pueden ser dos de diez” explica el informe.
Unas cifras que engordan cuando hablamos de una superestrella: más de un millón de euros en adelantos, casi 295.000 euros en la grabación del disco, más de 330.000 euros en los videoclips (tres) y casi 1.700.000 euros en promoción.